...Estaba pensando, usualmente me mofo de ser una persona relajada, pero últimamente he puesto más atención a las pequeñas cosas que me obsesionan sin remedio alguno y que NUNCA puedo pasar por alto. He aqui algunas de las manias que mantienen mi vida como un proceso funcional
No soporto los alimentos que te dejan los dedos pintados del color del mismo - entiéndase Cheeto's (creo que todas las papas), amplia variedad de dulces, etc. - porque sólo puedo pensar en que si dicho alimento dejó mis dedos verdes, naranjas, rojos, azules... tendrá una repercusión parecida llegando a mi estómago.
Cuando voy en el auto hago sumas o restas con las placas de los demás autos, dependiendo del orden de las cifras. También me fijo mucho en las letras que componen las placas para formar palabras. Mi sueño es tener unas placas que digan CELESTE... pero nunca las he visto, planeo robárlas cuando las encuentre.
Desde que soy pequeña cuento las palabras que escucho (en una canción, en una conversación o que simplemente estoy pensando sola) con los dedos de mis manos, y además las ordeno haciendo coincidir el largo de las palabras con el largo de mis dedos.
Esto es una mania superada, pero cuando estaba en secundaria y hasta que casi terminaba prepa, contaba el número de mordidas que le daba a mis bocados porque una vez leí que lo correcto era darle 38 mordidas a la comida para que llegara bien a tu estómago... me lo tomé muy en serio, es por eso que ahora no puedo evitar comer sumamente lento.
No me gusta mucho mascar chicle por la sensación que me da saber que estoy tragando aire.
Nunca puedo morder el chocolate, tengo que esperar a que se derrita. Soy fan de esos chocolates a los que todo mundo les tiene asco por llevar horas derretidos en el sol, si no está derretido lo tengo que pasear por mis dedos, o sólo chuparlo también ayuda.
Ver las revistas siempre de atrás para adelante. Sé que me pierdo el orden coherente pero no lo puedo evitar, tal vez es solamente cuestión de comodidad.
Antes también contaba el tiempo durante el que me lavaba los dientes (cuatro minutos exacto) porque leí en algún lugar que eso era el tiempo debido. Ya deje de contarlo, pero ahora es inevitable tardar menos.
Hago planes estrictamente precisos para no llegar tarde. Sabiendo siempre en el rincón sincero de mi el número de minutos que llegaré con retraso.
Si un alimento se come - o bebe - frio, debe estar ¡congelado!. Si se come - o bebe - caliente, debe estar hirviendo.
Huelo todo! Pienso mucho en olores, creo que a veces alusino olores.
Por el momento eso es todo, si encuentro o desarrollo otra manía se los haré saber.
jueves, 26 de agosto de 2010
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Hola gracias...